Gracias a un seminario que una compañera organizó en un centro educativo, en el que acudió Óscar Argumosa, escuché hablar por primera vez del juego conectivo. Me dí cuenta de que sin saberlo, en muchas ocasiones, lo estaba poniendo en práctica en mi día a día, tanto como madre como con los alumnos. Me resultó muy interesante y beneficioso, por ello lo comparto.
Creo que no se dedica a jugar en familia el tiempo suficiente, es más, muchos padres, madres y profesores, no saben hacerlo o no se permiten salirse de su papel de adulto. Muchos estudios han demostrado que los niños que juegan con sus padres son más felices, imaginativos, tolerantes e, incluso, mejoran su rendimiento académico.
No penséis que jugar con ellos es perder el tiempo y volved a vuestra infancia, pringaros de barro, haced el payaso, reíd, bailad, arrastraos por el suelo, etc. Si tenéis 10, 15, 20 minutos al día para ojear el móvil, los tenéis para dedicárselo a lo más bonito que tenemos: los niños.
Hoy os dejamos unas ideas básicas sobre en qué consiste este tipo de juego.
¡Esperamos que os guste y os invitamos a jugar!