La Diosa guerrera

La Diosa guerrera que habita en mí

 
En menos de 6 meses, estaré dando una formación a 10 mujeres VALIENTES, que hayan decidido sacar esa Diosa Guerrera que llevan dentro.

Pero admito que yo no siempre fui así.

       Creo que esta historia no os la he contado nunca, sobre todo porque nos cuesta mostrar nuestro lado más vulnerable, y yo en esa ocasión, fui muy vulnerable, perdí mi propio control y me venció el miedo.

       Durante 15 años he tenido una empresa dónde el margen de error era muy pequeño, permitirte el lujo de fallar, costaba mucho dinero, y hacía que perdieras muchos puntos como profesional. Así que siempre he procurado rodearme de gente de confianza y sobre todo altamente profesional. Esto hasta aquí muy bien, pero todo tiene un precio. Recuerdo una de las obras más importantes que he realizado, no por ser la más espectacular, o mi mejor proyecto, sino por inversión económica, y complejidad a nivel de obra, y organización en el tiempo. Cuando apenas quedaba una semana para entregar las llaves, recibí una llamada de la persona que siempre me remataba la obra, estaba muy enfadado y no dejaba de dar gritos e insultar a todos los gremios. Yo en ese momento tenía el corazón partido, por un lado entendía su posición, le admiraba en su profesión pero en ocasiones perdía las formas, pero también valoraba el trabajo de mis otros gremios, sabía que lo habían dado todo para llegar hasta ahí y no se merecían esa falta de respeto.

         Y en ese momento me derrumbe, me sentí muy pequeñita, me puse a gritar, y dar patadas como una niña chica, totalmente fuera de control, mis padres que estaban allí no daban crédito, era la primera vez que me veían así, y en la sala de al lado estaba mi hijo con sólo dos años escuchando a su madre fuera de sí.

 

        No me sentía con garra ni fuerza para afrontar una reunión con 15 hombres que eran incapaces de hacer cada uno su trabajo sin discutir y sin perderse el respeto. Pero entonces llego la calma, y me apoye en ese símbolo que os decía en el vídeo, mi particular Arco de guerrera, y recordé, porque cada uno de ellos estaba allí. Yo les había brindado la oportunidad de formar parte de ese proyecto, les había dado un buen trabajo, y ellos lo estaban incumpliendo. El problema no era yo, yo había organizado el trabajo, yo había dado la cara y había dado espacio a cada uno de ellos, eran ellos los que no estaban donde debían estar. Fue entonces cuando salió mi guerrera, y el valor suficiente para afrontar una reunión muy complicada, que recuerdo casi como si hubiera sido ayer.

 

           En ese preciso instante, fue cuando me dije que jamás me volvería a pasar eso, jamás dejaría que un hombre me haría perder así, ni el control, ni mi ser, ese día comprobé lo que era capaz de hacer, y perdí el miedo a luchar. Las cosas podían haber sido muy diferentes, podía haber montado un pollo, haber despedido a todo el mundo, meterme en la cama tres días y esconderme de todo… Pero no, desde la calma solucioné el problema entregué la obra con un margen de dos días de retraso, y cumplí mi trabajo sin faltar el respeto a nadie, eso sí luchando por mí, y mi trabajo. Por eso soy una Diosa guerrera desde la calma, no dejo que nadie altere mi forma de Ser, y yo quiero que tú consigas lo mismo.

Eva Rojo

Puedes apuntarte aquí a mi presencial de febrero

Él es Itzan, mi primer explorador ON LINE

Raquel sabía que su hijo necesitaba algo más...

                                     Hace 6 meses llegó a mí una mamá súper agobiada porque no podía PARAR no llegaba a todo, sentía que estaba estresada y lo que es más importante quería aprender a respirar.

                                     Después de hacer una sesión con ella, la recomendé Mamá Mindfulness y todo este tiempo después ahí sigue conmigo, y no falta a ninguna de mis formaciones ni talleres.

                                      Pero creo que el mayor descubrimiento fue con su peque. Tengo muchas cosas que agradecerle a Itzan, fue el primer niño ON LINE que se nos apuntó al campus de en Busca de Emociones por Europa, Francia, Italia e Islas Británicas, a partir de ahí se creó un vínculo increíble y se hizo amigo de mi hijo y desde entonces tenemos algo más que una conexión profe-alumno somos amigos.

                                       No sé cómo describiros nuestro primer encuentro sin las redes, sólo quería abrazarle… le recuerdo más alto de lo que me esperaba, con una mirada súper risueña, en fín algo la verdad que no puedo describir, me emociono y todo. Cuando terminó el campus le pedí que me contará que le había parecido, y me mandó una carta, que a día de hoy, aún me tiene perpleja.

Este vínculo ha sido posible gracias a que Raquel ha confiado en mí 100% desde el principio, aún habiendo hecho formaciones parecidas ha encontrado conmigo otro punto de vista distinto que la aporta grandes cosas, ahí seguimos trabajando para que la relación con su hijo siga creciendo avanzando y conectando.

Ella se viene a la formación de Aprender para Educar, y por supuesto hay parte de Raquel e Itzan en esta formación, ellos me han aportado también un montón de cosas estos meses que me han ayudado a avanzar y por eso parte de esta formación también está dedicada a sus necesidades…

Cómo el mejor testimonio es el suyo propio aquí os lo dejo…

Lo de buscar justamente, para el próximo programa que vas a sacar, no es que buscase, sino que en un día viendo unos vídeos encontré uno tuyo en el que algo se despertó en mí y dije que tenías que ser tú, la que se cruzase, para que te presentase a mi hijo. Le encantaste y lo mejor aún, tenía algo contigo que note, se le iluminaban los ojos cuando salía de tus clases y hablaba de ti y lo que hacíais en los campus, le quise dar una sorpresa y le lleve a uno de tus campus presenciales y ahí se unió mucho más. El poder estar más cerca de algunos de los niños con los que coincidía a través de la pantalla. Notaste cosas que yo no me percataba y sigues pillando, las que siguen apareciendo, ya que trabajas con él y os comunicáis estupendamente. Esto todo me ayuda a que pueda entenderlo mejor y también veo que tengo muuuucho que cambiar yo también, me das herramientas para esos cambios, me haces dar vueltas y vueltas a temas y cosas para que yo misma caiga en la cuenta o que esté atenta a detalles, cuando necesito algo es súper fácil comunicarme contigo en todos los aspectos : Para empezar que no tengo que volverme loca pensando, donde voy a dejar a mi hijo, si tengo cita con algún profesional en privado, ya que puede estar en cualquier otro espacio de la casa. Buscar aparcamiento. Que tenga que cambiar de turno porque la cita no puede ser otra.”

 

¿Qué te llevo hacer cambios con tu hijo?

 – Me llevo hacer cambios con mi hijo el notar que casi todo lo que pretendía hacer no lo podía llevar a cabo por no entenderlo.

 

¿Qué cosas crees que puedes mejorar o cambiar?

 – Creo que puedo mejorar y/o cambiar: mi conducta, la forma de hablar y expresarme, la motivación, estar más presente.

 

¿Cómo notas a tu hijo con los primeros cambios?      

Noto a mi hijo con los primeros cambios, que está más comunicativo, empieza a estar un poco más seguro. En el colegio comienza a expresarse con el tutor.

 

Ana Raquel Juncal

 Únete a nuestro programa Aprender para educar y educar para aprender, y consigue lo que Raquel ya ha conseguido, comprender mejor a su hijo y ayudarle justo dónde más lo necesita

Os presento a Amaya… una mamá que apuesta por sus hijos

Aula_2

Saúl y Sara, dos niños con muchas ganas de aprender

 

                   Hace ocho meses recibí dos pay pal de alguien que no conocía de nada, uno para el taller de desarrollo escolar y otro para apuntar a dos niños al taller de creatividad del mes de abril.

 

                   A partir de ahí conocí a dos niños maravillosos Sara y Saúl, ansiosos por aprender y con ganas de disfrutar un montón, no importaba el tema, todo les parecía interesante, y una mamá con muchas ganas de aprender.

                   Después de hacer el taller de desarrollo escolar con Amaya y conocer un poco las necesidades que la habían llevado a coger esta formación y tras conocer a Saúl, lo ví claro desde el minuto uno, y a partir de entonces empezamos a trabajar codo con codo, para poder ayudar a Amaya a conocer mejor a sus hijos y que su relación fuese a mejor.

 

                   Desde entonces Amaya me acompaña en cada uno de los talleres y cursos que ido sacando y sus niños no se pierden ni una aventura de Ana y Lucas exploradores.

                   Amaya aposto por mí , y por supuesto yo apuesto por ellos, y parte del programa de Aprender para educar es para ellos, porque gracias a sus necesidades yo he podido avanzar y ver qué cosas le puedo aportar en su día a día

 

Os dejo su testimonio que al final es lo realmente importante y las tres preguntas que he querido hacerla por si alguna estáis en esa misma situación.

 

 

¿Por qué decidiste pedir ayuda? ¿Cuál fue el detonante principal?

Veía mi vida pasar sin darme cuenta, estresada y agobiada, y con los cursos de mamá mindfulness he aprendido a vivir ahora, no en lo que pasará o no dentro de 4 meses

¿Qué beneficios te han aportado estos meses de cambio?

Mi vida es bastante mejor, en relación con mis hijos.

¿Qué quieres cambiar de forma inmediata?

Ahora, lo que quiero es conectar con mi hijo mayor, y pedir lo que necesite. Educar sin gritos ni castigos, para tener una mejor relación con ellos.

 Únete a nuestro programa Aprender para educar y educar para aprender, y consigue lo que Amaya ya ha conseguido, comenzar a conectar con tus hijos

Ser consciente de como quiero educar

Que nuestros hijos son un espejo, en el que vemos reflejado nuestra personalidad no es nuevo… Ellos imitan y absorben todo lo que ven a su alrededor, así que es normal que se parezcan ya no sólo físicamente, sino en gestos, frases… pero también cuando se alteran, gritan o no son capaces de centrarse, relajarse, sentarse, coger el móvil constantemente y una larga lista, que como adultos deberíamos de parar a reflexionar.
 
                    Todos queremos lo mejor para nuestros hijos/as, pero perdemos la perspectiva y dejamos de lado la parte más importante de todas, por un lado la emocional y por otro lado nuestro propio ejemplo y espejo donde reflejarse.
                     Muchas madres nos sentimos desbordadas porque sabemos que no llegamos a todo y aún así, seguimos cargando responsabilidades, que en cualquier caso en muchas ocasiones, no son primarias para nuestra propia supervivencia ni la de nuestra familia, y seguimos acumulando ansiedad, estrés, cansancio, fatiga, que se ve reflejada en perdida de paciencia, en el vivir sin vivir, sólo por el mero hecho de HACER y no SENTIR.
 
Llegados a este punto yo os digo, debemos de PARAR. Tomate un minuto de tu organizado y estresado día, y piensa realmente que tiempo de calidad has vivido, para tí, tu familia y tu entorno. Si has contestado que has disfrutado del día este post no es para tí. Pero si tu respuesta es poco o nada, ha llegado el momento de PARAR, RESPIRAR, y SENTIR.
En la vida que ahora nos ha tocado vivir, no hay tiempo para pensar, meditar y disfrutar. Apenas hemos acabado una tarea, acción o actividad y ya estamos pensando en la siguiente. ¿Realmente disfrutas de algo, si estás pensando en lo que viene después? La respuesta es NO. No somos capaces de hacer tres cosas a la vez, nuestro cuerpo sí, pero nuestra mente NO, ahí es cuando entramos en modelo automático. Y ahora os pregunto, ¿cómo quieres educar a tus hijos/as, de manera consciente o en modelo automático?
“Yo decidí dejar el modelo automático y aprender a educar conscientemente, pero para eso, tuve que bajar y PARAR. A partir de ahí comencé a ver y sentir cosas que antes no era capaz de percibir, ya os he dicho que nuestra mente solo puede concentrarse en una cosa, no en tres a la vez. Si hablo con mi hijo mientras hago la cena, o le escucho y se quema la cena, o hago una cena estupenda y asiento mientras mi hijo/a se desvive por contarme lo bien o lo malo que le ha ido el día.”
                        Aprende a vivir en el Aquí y Ahora nos dice el MINDFULNESS, y no le falta razón al decir APRENDE, nos enseñan a entrar en la rueda de la vida, sin dejarnos percibir cada una de las cosas que acompañan las etapas, hasta que llega el día en el que te das cuenta que ya no puedes correr como antes, o tus hijos se gradúan de primaria. ¿Quién va a devolverte ese tiempo? NADIE, tú les has dejado escurrir entre tus dedos, sin ser conscientes de ello.
Sin darnos cuenta, respondemos de forma automática cuando en realidad lo que queríamos era darle un abrazo y pasar media hora llorando juntos, o les gritamos cuando en realidad sólo queríamos que viniesen a cenar porque se quedaba fría la cena, o donamos su ropa que se ha quedado pequeña, sin apenas haberla utilizado, y sin ser consciente de en qué momentos las ha llevado.
Se nos pasa la vida y la educación de nuestros hijas/os agobiados por las obligaciones, lo que se espera de ellas/os, lo que opinará la gente si sube o si baja y un montón de bobadas que jamás volverán, porque la niñez y la inocencia no volverán NUNCA.
 
PARA, escucha tu corazón y dime… ¿Qué es lo que te pide?
 
Mamá Mindfulness
 
Aprende a vivir en el aquí y ahora,  aprende a respetarte y a cuidarte para aprender a educar de manera consciente
 

Aprender para educar y educar para aprender

 

 

¿En cuántas ocasiones hemos visto que ese no era el camino y sin embargo,

hemos tropezado una y otra vez en la misma piedra?

 

                            Comienzo con una pregunta, porque yo pase una temporada así, en la educación que le daba a mi hijo. Sabía que algo estaba fallando, ya no nos comunicábamos como antes, ni hacíamos las mismas actividades juntos, y sin embargo volvía a caer en la mismas conductas. Todo esto acabo explotando hasta el punto en que terminamos por desconectar, ya todo lo que ambos proponíamos no encajaba, el poco tiempo que estábamos juntos era un conflicto tras otro, y lo que es peor aún, no de entendíamos que es lo que había pasado, porque habíamos llegado a ese malestar, yo le preguntaba, pero él no sabía decirme porque estaba así de furioso, estresado y enfadado.

 

                            Como todo, llega un día en el que dices YA BASTA!!! Es entonces cuando decidí que todo lo que habíamos hecho hasta ese momento no funcionaba, ni el tipo de educación que yo había recibido, ni lo que había leído en los libros, ni lo que las personas de mi entorno me aconsejaban. Decidí buscar algo totalmente distinto, de lo que había hecho hasta entonces, y encontré justo lo que necesitaba. En ese mismo instante supe que había ocurrido, porque habíamos llegado a ese punto de desconexión, porque no nos entendíamos. En primer lugar se lo expuse a él, le hice ver que habíamos hecho muchas cosas mal, pero que a partir de ahora eso iba a cambiar, que no iba a ser fácil, pero que lo íbamos a conseguir juntos. A partir de entonces, el GRACIAS empezó a aparecer en su boca de continuo, gracias por escucharme, gracias por entenderme, gracias por estudiar para cambiar, gracias por apoyarme… y la palabra PERDÓN, perdón por no escucharte, perdón por gritar, perdón por contestar mal… Así comenzó nuestra conexión, así volvimos a conectar, los dos aprendimos a escucharnos.

                                  Sé que la frase, “Yo educo a mis hijos, como me educaron a mí, y tampoco me ha ido tan mal”, o la frase “yo nunca hubiera contestado así mis padres”, “los niños de hoy lo tienen todo, que menos que me respeten”, suele estar en boca de casi todos los padres que acaban  por desconectar con sus hijos y no saben cuál es el motivo real. Ahora yo os pregunto ¿Tu hijo tiene tu misma personalidad? ¿Las circunstancias de la familia son iguales?, seguramente la respuesta será NO. Cada persona es única, y por tanto ciertas conductas funcionan con unos niños/as y con otros no, es por esto que a veces, nos ha funcionado muy bien en una etapa pero luego todo cambia, y lo que antes funcionaba ya no funciona.

 

                                  A nosotros lo que realmente nos separó, fue su comienzo en primaria. Para él fue un choque enorme, y me pidió ayuda desde el minuto uno, pero yo no le escuche a él, me fié del sistema, del profesor, de cómo me había ido a mí en la escuela, y él poco a poco dejo de comunicarse, todo su malestar se transformó en estrés y dejo de confiar en nosotros. Yo no quería hacerle daño, pensaba que tenía que seguir al resto, llegar a unos mínimos, cumplir lo establecido, y un sinfín de bobadas que no se correspondían con las necesidades reales de mi hijo.

 

                                  Yo tarde tres años en darme cuenta, tropezando una y otra vez en la misma piedra, dejando que nuestras miradas se apagaran, esperando que se solucionara por sí mismo. Y por supuesto eso no llego a suceder hasta que yo empecé a cambiar mi forma de educar. En septiembre de 2016 cuando empezaba 4º de primaria tome la decisión de empezar a escucharle a él, en octubre no tuve miedo a transmitir al profesor lo que ocurría y que ahora lo importante era él y no el resto, en navidades por primera vez me dijo que emociones sentía en la escuela, en la familia, con nosotros, en marzo tomamos la decisión de un cambio más profundo después de descubrir que tenía Altas Capacidades y hasta entonces nadie lo había detectado, y decidimos cambiarlo de cole, de profesorado, de metodología y de entorno, en junio terminó el cole dándonos las gracias por el esfuerzo de este año, en septiembre 2017 empezó el nuevo cole y todo se vino abajo, volvieron los dolores de tripa, las ganas de no querer ir al cole, no encajaba, él estaba a gusto porque allí le trataban bien, pero no era capaz de encontrar su sitio, tras varios meses de insistencia, compresión y paciencia en mayo de 2018 encajo como un guante, en noviembre de 2018 vuelve a ser un niño creativo, motivado, entusiasta y lo que es mejor aún, con ganas de ayudar a otros niños que han pasado por lo mismo que paso él. Os cuento todo esto porque los cambios no han sido de hoy para mañana, si os fijáis casi han pasado dos años para desenredar 3 años mal gestionados.

 

El título lo ha puesto él. Él me dijo “tu aprendes a educar y me educas para aprender”.

“Sí, cuando nacen nuestros hijos no vienen con un manual de instrucciones, no hacemos las cosas bien o mal, aprendemos de nuestros errores, no todos los niños son iguales, no todas las conductas son iguales, por tanto nuestra educación con ellos no puede ser igual, sólo tenemos que estar abiertos a cambiar, y adaptarnos a sus necesidades reales, para su pleno desarrollo y una convivencia familiar saludable, enriquecedora y en una palabra MARAVILLOSA”

Mirar con sus ojos

“Un día te despiertas y ves que a tu alrededor todo ha cambiado, sientes un escalofrío por todo el cuerpo, y te das cuenta que tu vida anterior se ha esfumado por completo, tu percepción de la vida, de tus proyectos, de tus objetivos han dejado paso a una nueva forma de mirar, ya no volverás a ver las cosas con tus ojos sino con los de él”

 

                                    Así describo el momento en el que me confirmaron que nuestro explorador tenía altas capacidades.

                                    Esta es nuestra historia, la contamos con la ilusión de llegar a todas aquellas familias que se encuentran en la situación por la que nosotros hemos pasado, para aquellas familias que empiezan ahora esta andadura, y que sientan que no están solas.

 

 

                                    Sergio siempre ha sido un niño muy especial, me supongo que como todos los niños, pero desde el día que nació nos rompió todos los esquemas. Yo tenía una percepción, incluso de su físico totalmente diferente,  me había imaginado un niño con el pelo negro y unos grandes ojos oscuros, y cuando me acercaron su carita tras la cesárea, vi a un pequeño ángel que no tenía nada que ver con aquella foto que yo había imaginado, era rubio, con unos grandes ojos azules, y tengo que deciros que debido a su peso, parecía ya un bebe de meses más que un recién nacido, ese fue en el momento en el que nos dimos cuenta que Sergio no iba a ser como el resto de niños, y así fue, todos los libros, revistas enciclopedias, y mi propia experiencia como hermana mayor de tres, no habían servido para nada, porque con nuestro explorador nos esperaba algo totalmente diferente.  Toda su etapa de bebe e infantil, fue maravillosa, era un niño feliz, inquieto, curioso, explorador, preguntón, conteston, incansable, pero sobre todo era un niño totalmente libre de expresión.

Puedo dedicar hojas y hojas para hablaros de esta etapa, pero creo que es más importante avanzar justo cuando las cosas empezaron a cambiar y a ir mal…

Aún recuerdo el primer día de cole, tenía sólo 2 añitos, los tres los hacía en octubre, esa ilusión de comenzar algo nuevo, la tenía ahí latente en su cara… empezaba un nuevo mundo para él. Así debía sentirse cuando empezó primaria, pero sólo dos días después de empezar ya empezamos con la pesadilla que hasta cuatro años después no supe desenredar.

Su cabecita creativa se bloqueó, no entendía porque todo lo que él había aprendido hasta entonces sobre conductas, respeto, cariño tenía que cambiar, y ya no sólo con los niños sino con sus profesores, a partir de entonces su carácter empezó hacerse cada vez más pequeño, ya no salía su preciosa sonrisa, sino su pequeño estrés interior que le brotaba porque no entendía que estaba pasando a su alrededor, se le pusieron muchas etiquetas a su comportamiento tanto por parte de la escuela como en el entorno familiar, y yo como madre no supe en su momento estar a la altura y me deje llevar, quizás tenían razón, y le había dejado volar demasiado libre en su imaginación, creatividad y libertad, y me uní a todos aquellos que seguían apagando la llama de nuestro explorador… Así fue como nuestro explorador se transformó en un niño apagado, triste y estresado que no se parecía en nada aquel niño que se vestía con su gorra bajo los árboles recogiendo bichos…

 

                                                        Según avanzaban los cursos de primaria todo iba de mal en peor, él cada vez estaba menos motivado por aprender, por explorar, por investigar y lo que es peor cada vez se comunicaba menos con nosotros, y sólo replicaba y contestaba todo lo que nosotros en ese momento considerábamos importante.

En este tiempo yo trabajaba por cuenta ajena y disponía de poco tempo para escuchar esa vocecilla interior que me llamaba a gritos y sólo veía lo que el entorno me transmitía. Pero en mi interior sabía que ese no era mi hijo, y en realidad no era capaz de entender en qué momento yo había desconectado, había dejado de escucharlo.

Un día, en una de las muchas discusiones con él, sobre todo con temas relacionados con la escuela, pude ver un brillo especial en sus ojos, y profundice hacia dentro, en ese momento los dos nos echamos a llorar, y por primera vez en mucho tiempo deje de escuchar todos esos murmullos zumbidos y ruido que había alrededor y empecé a oír esa vocecilla que pedía ayuda.

No puedo describiros muy bien cómo me sentí en ese momento, puedo deciros que he tocado fondo en varias ocasiones, con familia, trabajo, amistades, proyectos pero esa vez fue un mazazo enorme, le había fallado a lo más importante, al que realmente necesitaba que su madre estuviera ahí.

Así comenzó esta andadura que ahora cumple 2 años y que aún continúa, aún hay mucho que reparar, y recuperar, nosotros volvimos a nacer en el momento en el que nos volvimos a mirar a los ojos de verdad y volvimos a conectar y hemos tenido que desaprender muchas cosas, para volver a conocernos.

Todo esto no podía hacerlo sola, necesitaba ayuda, y además ayuda del exterior. Esta vez quería hacerlo bien así que confíe en mi instinto y busque la mejor formación, por supuesto deje de trabajar y le dedique todo mi tiempo a esta nueva andadura.

Las altas capacidades no se detectaron entonces, yo empecé a oír hablar de ellas, y sí que es verdad que empezaron a encajar muchas cosas, pero yo no estaba en eso, estaba en aprender cómo podía volver a conectar con él, comunicarme, expresarme, escucharle…

Así tomamos la decisión de que era el momento de cambiar, apartar todas aquellas personas que en vez de sumar restaban a nuestro hijo y decidimos buscar un cambio de colegio.

Este periplo no fue fácil, el niño ya se encontraba mejor emocionalmente, pero nos asaltaban muchas dudas como es normal, y decidimos volver a pedir ayuda en este caso de un profesional , necesitábamos saber que era lo mejor para él, y volví a confiar en mi instinto.

“Aún recuerdo cuando salió de la consulta y con una amplia sonrisa, tanto él como Laura nos dijo que era la mejor opción puesto que él llevaba razón desde el principio, de que aquello que había sucedido antes no era normal y que su capacidad de entender las cosas había puesto su protección ante todo y le había hecho cambiar su carácter para adaptarse, se había convertido en un camaleón y había dejado de ser único para convertirse en aquello que los demás esperaban, pero que debido a sus características no era capaz de hacer. Ahí Laura me explico que quizás era bueno hacerle unas pruebas”

                                                 En ese momento mi pareja y yo sentimos un tremendo alivio, no sé cómo explicaros, nos quitaron de golpe un tremendo peso que nos habían ido depositando todas aquellas personas que habían ido pasando por la vida de nuestro hijo dejándonos falsos mensajes que no entendíamos pero que tampoco borrábamos y seguíamos metiendo en nuestra particular mochila.

Todo en mi cabeza cambio, el rompecabezas se volvió a armar, y todo volvió a coger sentido, no ha sido fácil, no está siendo fácil, en este tiempo, he hecho un máster, un curso, he asistido a varias charlas, estoy en la asociación de altas capacidades de Cantabria porque necesitaba saber cuál era ahora el camino a seguir.

Os he dicho al principio que volvimos a nacer, todo ha cambiado en casa, ya no sólo miramos la superficie, ahora vamos más allá y miramos a través de sus ojos, eso nos ayuda a entenderle mejor, y por supuesto a acompañarle en este camino que hemos comenzado de nuevo juntos para que pueda conocerse y por supuesto sacar todo su potencial emocional y personal y que sea un adulto totalmente consciente, de que es y siempre será alguien especial.

 

Sí, mi hijo es diferente, es especial, tiene altas capacidades, y de lo que más orgullosa estoy, es que pese a que estuvo más de tres años condicionado a adaptarse y camuflarse, para no desentonar, pudo más su gran empatía, y su razón de justicia y honestidad. No dejo que nadie terminase de apagar su llama, y así hemos conseguido poder avivarla y ahora vuelve a ser nuestro gran explorador.

 

 

Te queremos Sergio, por ser quien eres y por ser como eres

Cuando los motivos nos inundan

Este mes de abril nos volcamos en la motivación de los niños y adolescentes, y me he animado a escribiros unas líneas para expresaros qué es lo que nos motiva a nosotras a dar un cambio

En este fin de semana he oído en varias ocasiones, decir… “es que no le motiva nada”, “los niños de antes… “,  “nos hacemos cómodos y no salimos de la zona de confort”, “se pone burro, y no hay quien le saque de ahí”y así un largo ect..

 

He leído hace unos minutos una frase que me ha enganchado, “la motivación no es el ánimo, sino el motivo”. Después de leer esta frase tenemos claro que, el ánimo en querer hacer las cosas no puede provocarnos la motivación. Yo puedo tener ánimo de querer cambiar las cosas pero con eso no es suficiente, en realidad han sido los motivos los que provocaron crear este proyecto, con el ánimo simplemente lo hubiésemos planteado, conversado, puesto en marcha con un blog quizás, pero los motivos han sido tan poderosos, que nos ha llevado a unirnos, plantearlo, difundirlo, crearlo, organizarlo, y ahora luchar por tener voz.

 

¿Cómo puedo llevar esto a la motivación en niños y adolescentes?, pregunta muy interesante, que me hace tener aún más claro porque nuestro primer taller se basa precisamente en la motivación de los niños. Un niño puede tener todo el ánimo y empeño del mundo en querer cambiar cosas, puede poner esfuerzo, sacrificio, incluso dejarse su niñez en ello, pero si no encuentra sus propios motivos para hacerlo, NUNCA estará motivado, y lo más seguro es que nunca lo consiga.

 

Os nombro aquí la teoría X e Y de Mc. Gregor que se basa en la motivación para empresas, pero que podemos llevarlo a los niños y adolescentes sin ningún término de duda. La teoría X e Y de Mc. Gregor, yo he sacado mis propias conclusiones y son las que aquí expongo, por tanto os invito a leerla y sacar vuestra propia reflexión leyendo su teoría. Si yo tengo la convicción de que mi hijo basándome en la X; solo hace las cosas porque tiene una obligación, una recompensa, sino le motivo yo hacerlo no lo hace, de él no sale, no tiene propia iniciativa, tengo que marcarle yo todo, (lo que para un trabajador significa, yo no estoy para pensar, hablamos de la teoría X de Mc. Gregor). Ahora vamos a la Y; respeto la opinión de mi hijo, le dejo que tome sus propias decisiones, no necesito obligarle él sabe lo que tiene que hacer, le gusta lo que hace, conoce los motivos, se le tiene en cuenta sus iniciativas… (el trabajador va a gusto a trabajar y le gusta aportar sus propias ideas en el trabajo, según la teoría Y de Mc. Gregor)

¿Cuál crees que es la motivación ideal para tu hijo?

 

Una persona que no se plantea unos objetivos, es una persona desmotivada y desanimada, uno de los problemas que más tenemos los padres con nuestros hijos, es precisamente la desmotivación que tienen en ocasiones hacia los estudios, y una frase que escucho mucho “es la única obligación que tienen” y yo me pregunto, ¿por qué tiene que ser una obligación?. Si a nuestros hijos les cuesta tener los suficientes motivos para querer hacer las tareas escolares y estudiar, es que algo estamos haciendo mal, tanto desde casa como desde la escuela. Desde que el hombre es hombre, ha aprendido a sobrevivir, evolucionar, investigar, en definitiva el aprendizaje es innato en el ser humano, que estamos haciendo mal para que los niños no encuentren ningún motivo para querer aprender

 

Este mes de abril hemos abierto de nuevo nuestro taller sobre motivación en niños y adolescentes para padres, educadores y maestros, os invito a entrar en este enlace y que puedas suscribirte es completamente GRATIS!!!

 

 

Y el próximo día 21 de abril haremos un taller específico sobre el desarrollo escolar y la motivación de los niños y adolescentes donde os vamos ampliar más información y hablaremos de las dudas que nos vayáis planteando hasta entonces. Puedes hacerlo ON LINE en directo o diferido o PRESENCIAL, tú eliges el formato que mejor se adapte a tus necesidades, te dejo aquí enlace con más información

Suscríbite aquí 

Mi historia sobre la creatividad

Hola soy Eva y hoy te cuento mi historia, pero mi historia desde la creatividad, ¿para qué he utilizado la creatividad? y ¿qué me aporta como persona?

Desde niña, he tenido un gran talento en el dibujo, tengo una gran visión espacial, mis profesoras de 8º de EGB (yo soy de aquella generación), siempre lo decían “tú, a la universidad no, tú, a diseñar”, (me hicieron creer que yo no valía para estudiar, solo valía para dibujar, ¿curioso verdad?), por tanto no es de extrañar que acabara estudiando Artes Plásticas.

Toda mi carrera profesional desde entonces ha sido el diseño y la creatividad visual, creando nuevos proyectos de Interiorismo, realizando obras maravillosas con unos resultados magníficos. Pero fue hace cinco años, cuando quise darle una vuelta a mi profesión, y entre curso y curso, salió “técnicas de creatividad”, aquí es dónde me di cuenta, que realmente, mi vida entera había sido CREATIVIDAD.

Desde que tengo uso de razón he utilizado la creatividad de muchas formas distintas, creando vestidos imposibles para muñecas, mercadillos en el pueblo con tortillas que hacían nuestras madres y que vendíamos a familiares y amigos, preparando bailes y coreografías para las fiestas del barrio o del pueblo, con 18 años ya era Interiorista o como por aquel entonces nos conocían mejor Decoradora, y con 25 años ya tenía dos empresas. Pero he utilizado la CREATIVIDAD para muchas otras cosas en la vida, sobre todo en resolver problemas que han ido surgiendo y la creatividad me ha ayudado a no rendirme, y no ver solo el problema, sino un reto y una oportunidad, para mejorar, para crear, para seguir adelante.

Nada más acabar los estudios comencé a trabajar en el diseño, diseñaba junto a mi padre muebles a medida para ebanistas, fue una experiencia importante, sobre todo porque podíamos hacer realidad los deseos y diseños del cliente sin poner muchos peros. Un año después entre en una mueblería, allí no había mucha opción para el diseño, todo era más acotado, restrictivo pero yo no me rendía, y para mí, cada cliente era un proyecto y no, una mera venta, así conseguí ganar en seguridad, quitar vergüenzas, miedos y por supuesto aprender a que no siempre puedes hacer lo que más te gusta. Pero yo necesitaba más, necesitaba crear, llevar acabo un proyecto completo y poder construirlo, y me lance al vacío con apenas 25 años deje mi puesto de trabajo fijo y monte mi propio estudio y mi propia empresa de reformas, sin duda ha sido mi mejor época profesional… Cumplí mi sueño, diseñe mi primer proyecto que fue una guardería, y la vi realizada, un año después diseñe una farmacia y entregue la llave en mano, y así más de 100 obras y proyectos… Cuando miro hacia atrás no puedo más que sentir orgullo de esos años, alguien me dio la oportunidad de empezar y no tuve miedo, me lance, fui capaz de hacerlo y lo hice bien y funciono. Pero con la crisis, como a todos, todo ese esfuerzo anterior se vino abajo, y tuve que revolucionar, reciclarme, evolucionar y cambiar… Y entonces volvió a mí un pequeño sueño que intente realizar nada más acabar los estudios “abrir una escuela para niños de Artes Plásticas” que en su momento no funciono y a la que tuve que renunciar, (os recuerdo que cuando aquello solo tenía 18 años). Así que en la revolución personal algo en mí se revolvió y me apunte a un curso de docencia, y me matricule en la UNED para estudiar el Grado de Historia de Arte, desde entonces he realizado talleres de historia y artes plásticas en coles, he sido tutora de cursos para adultos, he formado parte de proyectos de refuerzos para adolescentes y me he formado en diferentes cursos que me ayuden a ser más competente en la rama del aprendizaje. En toda esta historia, he olvidado contaros que soy madre de un niño de 10 años, y que hace un año y medio tuve que parar, porque mi hijo me necesitaba, algo le estaba ocurriendo y no sabíamos ni lo que era, ni de dónde provenía, nos habíamos ido distanciando poco a poco, ya no estábamos tan conectados como antes. No sabía muy bien por dónde empezar, así que realice un curso de Pedagogía Blanca y entonces lo entendí todo. No voy a repetirme, porque esa historia la conoces, está en nuestra página principal, de lo que quiero hablaros, es que esa dificultad volvió a abrir mi Creatividad para resolver ese problema, y ya no solo eso, sino que vi la oportunidad de crear este proyecto, de ayudar a otras familias, en definitiva de aportar mi granito de arena en escuchar, respetar, y educar a los niños en su ritmo vital.

Mi vida, no es solo estas líneas hay muchas otras cosas, pero me quedo con las positivas, con las que me han hecho enriquecerme como persona, como madre, con aquellas dificultades que han dejado siempre despierta mi creatividad para avanzar y no quedarme bloqueada, para aprender, mejorar y evolucionar. Sin duda, sin CREATIVIDAD, mi vida no habría sido la misma, recuerdo algunas noches en la cama dando vueltas algún problema que había surgido en alguna obra y tenerme que levantar para apuntar esa lluvia de ideas y poder descansar. A veces mi hermana me dice, “pero quieres parar de pensar”, mi marido “cari, que imaginación tienes”, y yo no puedo parar, no puedo apagar mi cerebro, no puedo bloquearlo, el mismo, no me deja, y es así porque yo, le hice libre. Ahora con esta reflexión personal sobre la Creatividad, cómo crees que debe de ser una educación respetuosa hacia la Creatividad.

 NO BLOQUEAR la creatividad de vuestros hijos y alumnos, hacerles libres, de opinión, razón, dejarles garabatear, soñar, abstraerse y aburrirse, solo así dejaran a su cerebro libre para poder CREAR.

HISTORIAS QUE RELAJAN

Hace apenas unos días, tuvimos en casa una pequeña fiesta de cumpleaños con la temática de Halloween, así que me encontré en casa con 7 niños de 10 años de edad, que venían  un poco alterados del entreno de fútbol y con el nerviosismo de pasar la noche fuera de casa y celebrar una fiesta. Entre otras cosas preparamos juegos, la cena y tenía planeado bailar un poco pero las horas pasaron muy rápido y apenas hubo tiempo de disfrazarnos y contar historias de miedo. Antes de la cena  andaban todos bastante excitados corriendo de un lado a otro y gritando sobre todo gritando, pero yo tenía un pequeño as en la manga durante la cena. Les había preparado un brebaje de batido de cerebro humano, y entre los ingredientes había,  mango, sabías que el mango tiene propiedades relajantes y que es magnífico antes de acostarse a dormir. Después de la cena conseguí que tres de ellos se sentaran por ellos mismos en la mesa a jugar al monopoli, pero al resto visto que no había hecho suficiente efecto el brebaje me los pase a la otra habitación dónde iban a dormir y comenzamos con las historias de miedo, cuentos para niños, con emoción pero sobre con un montón de carcajadas, que amenizadas con un tono de voz peculiar, una linterna bajo el rostro y alguna que otra sorpresa fueron el ingrediente perfecto para mantenerles acostados y tapados hasta las orejas ja ja ja, al poco rato se incorporaron el resto y dio tiempo a contar dos historias más. A las 23.30 estaban todo en sus sacos de dormir, al día siguiente había que madrugar,  partido a las 9 de la mañana y hora antes de calentamiento pero no había forma, aún seguían excitados y contándose historias de miedo entre ellos, y entonces recordé que esa misma semana mi peque y yo nos habíamos quedado solos en casa porque mi pareja tenía curso fuera, y que para relajarnos los dos decidimos leer un par de historias del libro Imaginaciones (Historias para relajarse y meditaciones divertidas para niños) de Caroline Clarke, y que realmente nos funcionó muy bien, el peque después de las historias se quedó totalmente cao¡¡¡ Así que intente probar si funcionaría con siete niños de 10 años, de diferente personalidad que estaban contándose historias miedo, nerviosos algunos por ser la primera noche fuera de casa, y no dormir junto a sus padres. No totalmente convencida de que quisieran escucharme, pero sin embargo escucharon atentos las dos historias que les propuse…

 

 

“El jardín encantado

Imagina que estas caminando y entras a un bosque mágico y encantado.

Te sientes muy seguro mientras estás en este bosque.

Mira los árboles al a su lado.

¿Los ves sonriéndote y haciéndote caras graciosas?

Respira profundo y descubre si hueles algo mágico en este bosque.

Presta atención a ver si escuchas algún sonido, como pájaros o el viento en los árboles.

Mientras caminas cada vez más adentro del bosque, sientes que tu cuerpo se encoge.

Sintiéndote muy seguro, e vuelves más pequeño, y más pequeño.

Cerca de ti ves algunas criaturas mágicas- ¡Duendes y hadas!

Son amigables y del mismo tamaño que tú.

Síguelos por el bosque para ver dónde te llevan.

¡Eres tan pequeño que puedes ir a cualquier lugar ¡

Puedes flotar sobre una hoja en el lago.

Puedes trepar por una planta y subirte a los pétalos de una flor.

Hasta puedes sentarte sobre un hongo.

Imagina todo los lugares que puedes explorar en este bosque encantando.

Continúa explorando junto a tus nuevos amigos

Hasta que estés preparado para despedirte.”


“Plantar una semilla

 Imagina que tienes una semilla imagina en tus manos.

Susúrrale un secreto a la semilla.

Cuéntale en quieres que se transforme cuando crezca.

Ahora cava un hoy en la tierra.

Planta tu semilla tu semilla en el hoyo y cúbrela con tierra.

Imagina que comienza a llover.

El agua penetra lentamente en la tierra.

Ahora sale el sol y brilla fuerte sobre el jardín.

Empiezas a ver un pequeño brote que sale de la tierra.

Crecen raíces enredadas debajo de la tierra.

Y la semilla crece

Y crece…

Y crece…

¿En qué se transformó?

¿En un árbol?

¿En una flor?

¿En una planta de fresas?

¿En un árbol mágico?

Disfruta de esto tan hermoso en lo que tu semilla se ha convertido al crecer.”[1]

 

Os invitamos a que podáis leerlas a vuestros peques ya sea en casa o en la escuela, porque funciona, y el adulto que las lee mientras tanto entonando y poniéndose en situación también se relaja.

 

[1] Cuentos del libro Imaginaciones de Caroline Clarke

Espacios creativos

La ilusión nos inunda cuando tenemos un hijo, y esperando su llegada, comenzamos con los cambios que van a llegar a nuestra vida, nuestra casa, nuestro hogar, nuestra morada. Que prisas¡¡¡ ¿Acaso sabemos lo que realmente necesitamos?, o mejor dicho  ¿Sabemos lo que necesitará  la nueva vida que poblara la casa? Esta reflexión, la hago para comenzar mi post sobre cómo debemos plantearnos los espacios creativos de nuestros hijos.  En mi larga experiencia como Interiorista, la mayoría de los clientes buscaban mobiliario, con mucho almacenaje, que fuese bonito y divertido, y que durase, cosa importante. ¿Pero realmente nuestros hijos necesitan muebles en su habitación? Por supuesto que necesitan un espacio donde podamos guardar su ropa, y un colchón dónde dormir. Pero, no nos engañemos en la mayoría de casos planteamos los dormitorios de los niños como si fuese una réplica de nuestra habitación pero con colores estridentes, dobles o triples camas por si viene alguien, armarios dónde guardar cosas que no sabemos dónde meter y una mesa de estudio. ¿Para qué quiere un niño de 3 años una mesa estudio?, aún no acabo de entenderlo. Reconozco que he amueblado habitaciones dónde apenas quedaba espacio para una alfombra, pero mi planteamiento cambio cuando nació Sergio.  Él no ha tenido muebles en su habitación excepto un colchón con 4 patas….una alfombra y cojines muchos cojines, según íbamos avanzando y empezaron a llegar los juguetes y los libros fuimos colocando baúles, estanterías y cestos….muchos cestos y cuando nos hemos visto en  la necesidad de sentarnos en una mesa a dibujar hemos comprado una mesa y dos sillas a su altura y tamaño, y yo me siento con él en una silla dónde asoma un huevo y una gallina. Ahora tiene nueve años y  le apetecía que su habitación se transformase en parte de sus juegos diarios y un lugar dónde sus sueños se fundan con su juego, y así el decidió que su cama estuviera en las alturas, escondido del mundo y lleno de cojines dónde dejar sus miedos nocturnos, estanterías enormes dónde colocar sus legos, comics, libros y juegos, una pizarra gigante, (allí expresa todo lo recorre su imaginación o sus emociones), y oculta, una cama dónde puedan dormir sus amigos cuando vienen a visitarle, pero no me ha planteado ponerle una mesa de estudio todavía, quiere que su habitación sea un espacio de juego, ya tendrá tiempo de que su habitación se convierta en su refugio de concentración por ahora será su país de las mil maravillas y reservamos mi despacho o la mesa de la cocina para esas horas cortas de deberes y concentración que en ningún caso deben interferir en su juego.

A dónde quiero llegar con todo esto. Que esperemos a que nuestro bebe este aquí para plantearnos cambios en nuestro hogar, las necesidades van llegando poco a poco, hay niños que pasan del lecho materno a la cama directamente, Sergio estuvo en la cuna dos meses, enseguida paso a su cama dónde realmente descansaba mucho mejor. Los armarios y la ropa deben de estar organizados, pero realmente necesitamos armarios de dos metros o rincones enormes dónde guardar la ropa de un bebe. Los niños necesitan un espacio dónde puedan sentirse seguros, con todo a su alcance para que puedan desarrollar su autonomía y no armarios repletos de ropa con cierres de seguridad. Quizás debamos reflexionar dónde queremos que crezcan nuestros hijos, en hogares dónde se sientan seguros y cómodos. O en hogares dónde todo está prohibido y su espacio es limitado.